25 de febrero de 2010

POLÍTICA SOCIAL O LAS FALSAS PROMESAS DE LOS PARTIDOS

El pueblo engañado, la búsqueda del voto por encima de la persona, la cara falsa y la sonrisa hipócrita, demagogia como espada, el desprecio hacia el opuesto como escudo, la palabra bonita sin sentimiento, que ellos nunca escriben ni dictan, como gancho, la desestimación de actos, la retórica barata, los insultos y descalificaciones como únicos ataques, sin más inteligencia ni educación, niños pequeños jugando convencer a una sociedad traicionada e infravalorada en todo caso, porque nos creen tan tontos como para confiar en unas palabras que el viento llevará sin resultados, en ratos efímeros chocando manos sin intención de abrazo, tan sólo para quedar bien, como sus agentes les asesoran, tan tontos como para creer en discursos de palabras fáciles y elegantes que suenen bien en los oídos pero que no tocan su frío corazón, siempre demasiado ocupados incluso para su trabajo. Nos creen tan simples que piensan que con un buen material de marketing político ganaran los votos necesarios para escalar hasta el partido enemigo, si, digo enemigo, porque ellos no se ven en una batalla social, si no en una por el poder y nosotros somos tristes papeletas que se dedican a escuchar sus patochadas, buscamos a un director solidario con el pueblo entre ellos, pero sólo podemos ver hipócritas sonrisas ante una prensa que lo capta todo y unos micros traicioneros que nos muestran sus verdaderas preocupaciones... Esa es la política de nuestro país, una aspirante a la americanada del teatro, un acercamiento de nuestras lenguas al culo de los fuertes, que más tarde nos pisotean, grandes actores en grandes papeles, preocupación social de una problemática que no vivirán si no bajan de sus atriles de superioridad hasta su calle natal, apoyos fuera de la democracia, una vez arriba sólo buscan mantenerse y cuando deciden irse nada les importa más que salvar lo suyo y si hace falta, se pasan por el arco del triunfo nuestras esperanzas y decisiones populares casi unánimes, huyen lejos dejándonos para comer sus excrementos y para recoger sus basuras. Marcan tarifas, explotan vidas con derecho a voto, prometen pero no cumplen, empiezan y no acaban, hacen subir al euro pero no el sueldo, mejora la posición en Europa pero desciende la calidad de vida, las familias menguan y se ven obligados a cubrir como sea a los de fuera porque así logran seguir subiendo, creciendo y todo a bajo coste para ellos, pero a un precio muy caro en vidas y bienestar social. El terrorismo, la violencia, las víctimas son votos y nada más, aunque quieran demostrar lo contrario, si ellos no pierden a nadie, no valoran de verdad lo que vale la vida, y a veces sólo buscan la venganza personal y calmar su conciencia insana para poder dormir.

Son sólo un espejismo de lo que aparentan en principio ser, el tutor que se preocupe de verdad por nosotros no llegará, porque, aunque existe, no les conviene y lo derrumban o contaminan...

Es para echarse a llorar, pero esta es la realidad de la política española, por mucho que queramos pensar en verde y llenarnos de esperanza, no nos engañemos, lo sabemos todos.

Dicen mirar al futuro, la historia es para aprender, pero no rectifican y se repite la tragedia que tanto costó vencer.

Soy sólo una papeleta de 19 años con muchas ganas de luchar y de cambiar, no me dejaré convencer por sus mentiras, no seré el juguete de una mala derecha, una mala izquierda, un extremo nefasto o un centro inexistente, pero díganme entonces qué debo hacer... Votar en blanco y dejar que mi voz se pierda, traicionar mis principios morales y votar al que me diga lo que quiero oír o al mejor actor, no utilizar mi derecho al voto y por lo tanto renegar de mi derecho a protestar...

La juventud anda perdida, pero son votos que sólo buscarán cuando los necesiten, hasta entonces, no importan demasiado, por eso la educación tiene planes tan incompetentes, por eso vamos a la cola del paro, cada vez más jóvenes y por eso nunca en una carrera te facilitarán el saber... Por que sólo nuestra mano barata de obra y nuestros contratos de calidad cero y los sueldos mínimos, a veces, reajustados a la baja, les hacen ganar benéficos ocultos para un estado amañado, con impuestos y leyes absurdos y cuestionables.

Democracia, te creímos viva y sin embargo te están matando por la espalda con la mentira quienes te juraron.