Ha nacido un nuevo diccionario para hacer a los niños más tontos, si señoras y señores, hacemos a nuestros futuros retoños tontos, no invertimos en su educación ni nos molestamos en sentarnos a su lado como hiciera mi madre con nosotros para enseñarnos y reforzarnos en la gramática y ortografía de nuestras letras, las ponemos a la altura del betún, para que a los niños les sea más fácil seguir violando toda norma sin despeinarse pensando y recordando lo que es nuestra lengua original.
Allá van las grandes obras de la lengua hispánica, ahora resulta que dentro de unos años estarán mal escritas.
La y griega será /ye/, la /che/ ya no existe y los adverbios y adjetivos serán lo mismo a falta de una tilde, por lo vista, muy cosotosa de poner.
No innovamos con los conceptos, no buscamos nombre a los nuevos movimientos que surgen en nuestra sociedad y sin embargo ampliamos y "evolucionamos" en la lengua amoldándola a la comodidad de las mentes nuevas que optan por no pensar, ignorando las diferencias básicas que hacen originales a nuestras palabras.
Deformamos el diccionario pero no lo transformamos y dejamos que en la historia peyorativa de las palabras, se pierda su forma y significado primitivo.
Normas que yo aprendí en el buen uso de la lengua se perderán porque los padres ya no se sientan con sus hijos a hacer los deberes, estamos demasiado ocupados trabajando, ya son mayores con 9 años para ir solos a casa, estar solos en casa, tener llaves y un móvil que sólo es para "controlarlo".
(¿Serían capaces de identificar la naturaleza de solo en mi exposición sin la distinción mediante la tilde?)
Me pregunto si se cambiarán también las reglas matemáticas, si la historia será comprimida en frases básicas populares o si empezaremos a fijarnos modelos sociales y educativos positivos en vez de ir siempre a ras del suelo.
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