Hoy he visto como la historia de nuestro país se desmoronaba con las palabras de unos niños adolescentes e ignorantes que no sabían qué era la monarquía ni la república ni quién es el rey ni cuál es función, deplorable.
¿En qué se está convirtiendo la educación, la escuela, la familia? ¿Estos son nuestros hijos?
Y es que, no hace falta parir para ser padres, nosotros que ya tenemos los veinte pasados somos tan responsables como los demás de lo que hoy resultaba en una entrevista televisiva.
Tal vez si la televisión emitiera menos corazón y más razón, si los debates y documentales se hicieran calculando una proyección y un horario juvenil y entretenido... Tal vez si nosotros fuésemos capaces de corregir a lo equivocados de otra manera serían las cosas.
Por qué limitar las clases a los libros y no usar la tutoría para resolver las curiosidades de quienes preguntan, por qué no ser liberadores del saber y no convertir la actualidad en tabú, por qué no crear debates en los que ellos hablen, moderen, decidan, enseñarles a discutir que no a pelear, a hablar, promover la competitividad sana, la solidaridad entre los avanzados y los que quieren avanzar, por qué no qyudarles de verdad a crecer como personas formadas en lugar de como a ignorantes... Parece fácil dominar al que no sabe pero ¿y si se vuelve primitivo y violento contra toda autoridad? ¿es esto lo que queremos?
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