12 de junio de 2009

SUCIEDAD

Estoy muy cansada de encender la televisión para descubrir que hay gente a la que se le veta en su propio país, que el apartheid no ha desaparecido, que las desgracias se ceban con esos países, pobres desgraciados, ingenuos amparados bajo el manto de un Dios que les roba lo que más quieren tras una oleada de devastadores feómenos atmosféricos y al que sin embargo veneran constryéndole casa a un espíritu antes que a sus hijos... Jamás entenderé el regalo de la fé, debe ser precioso que esa fé que te quita todo te de fuerzas para luchar, entender el mundo como una obra de amor, una obra que crei ver de niña y que sepulté en el rencor de seres robados a destiempo.
Estoy harta de tener que aguantar que los gobiernos timen a esas pobres personas y que impongan su ley por encima de la vida, me avergüenza ver a tanto hipócrita malnacido haciéndoles repreoches racistas, mentiras.
No creo en la Iglesia, pero espero que el cielo exista y el infierno también para condenar a esos desalmados a pagar y a esos desgraciados sean ensalzados tras la pena vivida.

1 comentario:

Calle San Juan de Dios Nº8 dijo...

Hoy toca un tema algo peliagudo.

¿Que crea la fe en las personas? ¿Cómo nace y como muere?
¿Nos beneficia o nos controla ante las autoridades, ya sean religiosas o politicas? ¿Es realmente la religión católica un invento de rencorosos con vida desgraciada que aspirar a vengarse en otra vida?

Yo tampoco tengo fe. Y sincermente tampoco creo en un cielo ni en un infierno.

Creo que todo lo que tngo está aquí, y si hago mal o bien solo tiene cargasobre mi conciencia.

El ser buena persona no debe estar condicionado por el miedo al castigo.

Me considero buena persona, mis padres lo son y así me lo enseñaron a mi. Pero no lo hago por ir a algun sitio despues, sólo por que no sale de mi hacer daño a un semejante.

Por desgracia los malos actos no tienen castigo. Pero los buenos tienen la recompensa de sentirse mejor uno mismo.

Un saludo