La otra noche, andaba desvelada y me paré a escuchar un programa de radio en el que una mujer, exponía un vergonzoso suceso.
Un instituto de un pueblo alicantino, Ibi, preparaban una actuación benéfica a favor de un proyecto humanitario de canalización en Perú (donde los niños mueren envenedados por el agua) junto con Manos Unidas.
Querían hacer un homenaje a Miguel Hernández en el Centro Cultural del pueblo el domingo 10 de Abril, leyendo algunos de sus poemas y cantando algunas canciones con sus versos como lo hiciera Serrat en su día.
No se sabe cómo, la puesta en marcha de este proyecto llegó a oídos de la SGAE,quienes sin demora se pusieron en contacto con ellos para pedirles el 18 % de IVA y el 10 % de las entradas, así como el canon de las canciones y poemas a recitar.
¡Incríble!
Las entradas se vendían por 5 euros, si acudieran unas trescientas personas y descontando los gastos de oraganización, inversión en equipo y todo lo que la SGAE solicitaba apenas hubieran logrado recaudar unos mil euros, la mitad de lo que podría haber sido.
El acto, visto el gasto de dinero adicional, tuvo que ser cancelado.
Me pregunto, si se hubiera llevado a cabo ¿a beneficio de quién hubiera sido realmente el acto? ¿De los niños de Perú?
Así pues, Miguel Hernández ha quedado fuera del disfrute de muchos por el beneficio de unos pocos.
Nuevamente, la difusión cultural muere en nuestro país a manos de los costes económicos que se reseva la sociedad protectora de los derechos de los autores...de los autores.
Miguel, no ahogó tu voz la cárcel, lo hacen los hombres libres y la codicia.
Como consuelo te diré, que tus versos son libres en nuestros labios como lo fueron en tu pluma.
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