No se de protocolo, es cierto.
No me gusta meterme en temas políticos, pero picoteo de forma casi irremediable.
Leí la Reina del Sur y me gustó.
Creo que el señor Arturo es un muy buen escritor a pesar de que no me considero fan suya y he leído poco de él, pero esto no es relevante.
No creo que una persona, por muy adulta que sea, muy ministro o muy político sea un mierda por llorar ante la despedida pública, creo que al menos muestra que los hay mejores y peores, pero principalmente personas.
No creo que su comentario sea machista, creo que no se debería juzgar a una persona por actuar de forma sensible, aunque nos parezca un exceso en su posición, tampoco creo que el calificativo de mierda le sea merecido.
Yo he llorado en casa y fuera también si me ha hecho falta cuando se me ha despedido, incluso cuando el trabajo no era lo que deseaba, me iba con la sensación de chasco.
No creo que la posición deba limitar nuestras emociones.
Tampoco me parece a mi de buen gusto que un académico denomine así a un político que llora en público pero respeto que es una persona que se expresa como quiere.
Esta claro que su madurez y dominio de la lengua, le dan poder para utilizar las palabras como usted convenga, estoy de acuerdo, pero sigo pensando que el señor Moratinos es persona antes que nada.
Prefiero un ministro que llora, que demuestra un sentimiento "humano" en su despedida a uno que se ríe de abandonar la fiesta en la que estamos metidos dando la sensación de que él se va, pero nosotros nos quedamos con nuestra mierda.
A LOS QUE LES PREOCUPA HACIA DÓNDE Y CÓMO VAMOS TODOS JUNTOS Y QUIEREN CONTAR SU SOLUCIÓN, SU VISIÓN, SU SENTIR... También en http://unapalabramasdos.blogspot.com
28 de octubre de 2010
Sánchez Dragó ¡qué pena!
Pena exactamente es lo que me da.
Pena de las declaraciones aberrantes de un escritor español, pena de que la gente compre un libro de quien no respeta a la infancia, de quien tergiversa palabras a su antojo cuando la audiencia se ruboriza de sus escenas.
Pena me dan las mentes que aún lo tengan en un altar de literatura e intelectualidad, las mentes que acecha en las universidades donde imparte, de los ojos que le ven en la televisión y los oídos que le escuchan en todas las cadenas....¡Sigan dándole publicidad!
Está bien informar, pero de ahí a exponer sus palabras a la vista de mayores y menores en noticias y patios de sobremesa...Gran error tan firmes muestras de su falta de respeto.
No es mejor la denuncia textual cuando las palabras del escritor son tan "visuales".
No se si con todos sus escándalos sexuales pretende hacerse propaganda, en su desesperación, a toda costa, aunque sea de esta calaña o es que es de esas personas que un día se hizo famoso por un texto y hoy no sabe medir sus palabras, ni comprende un silencio a tiempo o es que el respeto y la educación, no sólo por la literatura, si no por las personas (que me parece más grave) desde su silla es sólo un chicle en su zapato. No lo sé.
Sólo se que me resulta vergonzoso que una persona que narra con orgullo sus experiencias con niñas, fantasías o no , terribles, siga presidiendo programas, charlas universitarias...No lo es menos quien le ayudó a publicar tal vomitivo asunto.
Pero ahí está. Es, publica y dice lo que le queramos oir y leer.
Pena de las declaraciones aberrantes de un escritor español, pena de que la gente compre un libro de quien no respeta a la infancia, de quien tergiversa palabras a su antojo cuando la audiencia se ruboriza de sus escenas.
Pena me dan las mentes que aún lo tengan en un altar de literatura e intelectualidad, las mentes que acecha en las universidades donde imparte, de los ojos que le ven en la televisión y los oídos que le escuchan en todas las cadenas....¡Sigan dándole publicidad!
Está bien informar, pero de ahí a exponer sus palabras a la vista de mayores y menores en noticias y patios de sobremesa...Gran error tan firmes muestras de su falta de respeto.
No es mejor la denuncia textual cuando las palabras del escritor son tan "visuales".
No se si con todos sus escándalos sexuales pretende hacerse propaganda, en su desesperación, a toda costa, aunque sea de esta calaña o es que es de esas personas que un día se hizo famoso por un texto y hoy no sabe medir sus palabras, ni comprende un silencio a tiempo o es que el respeto y la educación, no sólo por la literatura, si no por las personas (que me parece más grave) desde su silla es sólo un chicle en su zapato. No lo sé.
Sólo se que me resulta vergonzoso que una persona que narra con orgullo sus experiencias con niñas, fantasías o no , terribles, siga presidiendo programas, charlas universitarias...No lo es menos quien le ayudó a publicar tal vomitivo asunto.
Pero ahí está. Es, publica y dice lo que le queramos oir y leer.
24 de octubre de 2010
Esperar de los demás, de uno mismo
Las personas tenemos una forma de pensar cuya teoría puede ser muy bonita, pero los resultados en la vida real dejan bastante que desear.
Nos empeñamos en poner esperanza sobre lo que los demás pueden hacer por nosotros en base a lo que nosotros hacemos por ellos con supuesto desinterés, esperamos que caigan en detalles, minucias, sin valorar lo que realmente hacen, si algo de lo que nos muestran les ha costado un gran esfuerzo sólo por estar con nosotros.
Al mismo tiempo que generamos expectativas, falsas ilusiones sobre los demás, practicamos de igual modo con nosotros mismos, esperamos el máximo, la perfección, rozarla al menos y nuevamente caemos cuando nos damos cuenta de que sólo somos personas.
¿Cómo podemos ser tan ingenuos y esperar algo de los demás sin tan siquiera hablar de ello, si no sabemos lo que queremos, si muchas veces son fantasías?
¿Cómo podemos ser capaces de exigir a la imaginación o la intención del otro cuando la nuestra no hace más que volar?
No podemos contar con nada más que con lo que tenemos en este momento, ni siquiera con lo que teníamos porque el pasado se va emborronando con el tiempo, menos aún con lo que pudiéramos tener.
Vamos a fijarnos en que hoy soy, tengo, puedo y lo que fui, tuve o pude sólo fue el paso anterior, lo que seré, tendré o podré...Palabras que se lleva el viento.
Nos empeñamos en poner esperanza sobre lo que los demás pueden hacer por nosotros en base a lo que nosotros hacemos por ellos con supuesto desinterés, esperamos que caigan en detalles, minucias, sin valorar lo que realmente hacen, si algo de lo que nos muestran les ha costado un gran esfuerzo sólo por estar con nosotros.
Al mismo tiempo que generamos expectativas, falsas ilusiones sobre los demás, practicamos de igual modo con nosotros mismos, esperamos el máximo, la perfección, rozarla al menos y nuevamente caemos cuando nos damos cuenta de que sólo somos personas.
¿Cómo podemos ser tan ingenuos y esperar algo de los demás sin tan siquiera hablar de ello, si no sabemos lo que queremos, si muchas veces son fantasías?
¿Cómo podemos ser capaces de exigir a la imaginación o la intención del otro cuando la nuestra no hace más que volar?
No podemos contar con nada más que con lo que tenemos en este momento, ni siquiera con lo que teníamos porque el pasado se va emborronando con el tiempo, menos aún con lo que pudiéramos tener.
Vamos a fijarnos en que hoy soy, tengo, puedo y lo que fui, tuve o pude sólo fue el paso anterior, lo que seré, tendré o podré...Palabras que se lleva el viento.
13 de octubre de 2010
SGAE-Usureros culturales bajo manta legal
Un pueblo, Torrechiva (Castellón)
Una fiesta.
Una multa, 3127'95 euros.
Recaudación anual del pueblo alrededor de 6000 euros.
Así es como protegemos la cultural, la fiesta, imponiendo a golpe de talón la ley de los amparados por la sucia manta de la SGAE.
¿Esa multa es del pueblo o de la orquesta? ¿A caso una orquesta no paga con lo que cobra el porcentaje correpondiente a la SGAE?
Pecamos de ignorantes, somos presa fácil, seguimos comprando en los centros comerciales a pesar de las formas ilegales....Tontos de nosotros, en protesta ni descargo sus canciones ni las compro en ningún lugar, que se queden sus estanterías llenas del abuso que pretenden asentar.
No, no debo ser así, no debo llamar a esto paraponerme a su apestoso nivel. No sigamos este ejemplo despechado...
Así es como se vengan los grandes del país por la piratería en las calles y en las redes, la espada del valiente contra el más débil, el filo sangrante de quien a penas cuenta con un censo de 100 habitantes, el disfrute de un pueblo unido desgarrado por las voces de portadas plastificadas.
Vamos a sus conciertos, sus estrenos de cine...Nunca es suficiente comprar un cd.
No digo que no existan las mafias que trapichean a bajo coste con el trabajo ajeno ni que hayan personas que los consuman, pero tal vez la solución esté en abaratar los costes de producción en sus libritos de sedosa lámina, en la creación de portales donde la descarga por canción sea a coste de 2 céntimos, 5 si lo desean; las portadas de disco y película a 7 céntimos, 10 si les da mayor gusto.
Ponagamos un precio justo a la cultural, dejemos al alcance de todos los bolsillos las imágenes y la música, llamemos al proyecto Cancionxcentimos.com y creemos un lugar donde las prohibiciones, las multas y los excesos de la vida de los artistas sean comparables a nuestras vidas medias.
¿Por qué debo pagar su lujo (que no puedo) cuando mi vida es sencillamente digna? ¿De verdad quieren proteger su trabajo o sus piscinas?
A fin decuentas y céntimo a céntimo, acabarán con casi igual nivel adquisitivo en sus bolsillos.
Ministerios de Cultura e Igualdad...Cultura de artista bien protegido, Igualdad de bolsillos entre famosos y famosillos, políticos, escritores, fotógrafos, actores y actrices, cantantes, perros viejos dirigiendo el cotarro, pocos dignos se han apalancado en las trincheras más atrás.
Yo jamás soy invitada a los encuentros de su sociedad.
Defraudada estoy con los grandes que mis padres, incluso yo, escuchamos con atención, susurrando los versos de sus canciones para que ahora, sin contemplaciones, nos roben el dulce de las letras y lo tornen amarga decepción.
No son personas de calidad aunque si fueran años antes artistas con gran calidad y por ello, por sus mensajes, pensaramos que en ellos la hubiera.
Una fiesta.
Una multa, 3127'95 euros.
Recaudación anual del pueblo alrededor de 6000 euros.
Así es como protegemos la cultural, la fiesta, imponiendo a golpe de talón la ley de los amparados por la sucia manta de la SGAE.
¿Esa multa es del pueblo o de la orquesta? ¿A caso una orquesta no paga con lo que cobra el porcentaje correpondiente a la SGAE?
Pecamos de ignorantes, somos presa fácil, seguimos comprando en los centros comerciales a pesar de las formas ilegales....Tontos de nosotros, en protesta ni descargo sus canciones ni las compro en ningún lugar, que se queden sus estanterías llenas del abuso que pretenden asentar.
No, no debo ser así, no debo llamar a esto paraponerme a su apestoso nivel. No sigamos este ejemplo despechado...
Así es como se vengan los grandes del país por la piratería en las calles y en las redes, la espada del valiente contra el más débil, el filo sangrante de quien a penas cuenta con un censo de 100 habitantes, el disfrute de un pueblo unido desgarrado por las voces de portadas plastificadas.
Vamos a sus conciertos, sus estrenos de cine...Nunca es suficiente comprar un cd.
No digo que no existan las mafias que trapichean a bajo coste con el trabajo ajeno ni que hayan personas que los consuman, pero tal vez la solución esté en abaratar los costes de producción en sus libritos de sedosa lámina, en la creación de portales donde la descarga por canción sea a coste de 2 céntimos, 5 si lo desean; las portadas de disco y película a 7 céntimos, 10 si les da mayor gusto.
Ponagamos un precio justo a la cultural, dejemos al alcance de todos los bolsillos las imágenes y la música, llamemos al proyecto Cancionxcentimos.com y creemos un lugar donde las prohibiciones, las multas y los excesos de la vida de los artistas sean comparables a nuestras vidas medias.
¿Por qué debo pagar su lujo (que no puedo) cuando mi vida es sencillamente digna? ¿De verdad quieren proteger su trabajo o sus piscinas?
A fin decuentas y céntimo a céntimo, acabarán con casi igual nivel adquisitivo en sus bolsillos.
Ministerios de Cultura e Igualdad...Cultura de artista bien protegido, Igualdad de bolsillos entre famosos y famosillos, políticos, escritores, fotógrafos, actores y actrices, cantantes, perros viejos dirigiendo el cotarro, pocos dignos se han apalancado en las trincheras más atrás.
Yo jamás soy invitada a los encuentros de su sociedad.
Defraudada estoy con los grandes que mis padres, incluso yo, escuchamos con atención, susurrando los versos de sus canciones para que ahora, sin contemplaciones, nos roben el dulce de las letras y lo tornen amarga decepción.
No son personas de calidad aunque si fueran años antes artistas con gran calidad y por ello, por sus mensajes, pensaramos que en ellos la hubiera.
4 de octubre de 2010
Segregar, marginar, abocar al desastre
En efecto, con esto me he encontrado al hablar con personas que dicen ser progresistas, solidarias, rebeldes de palabra, en la letra de una canción revolucionaria identificados pero sin dejar de ser nunca intolerantes.
Me han contado como los niños con problemas psicológicos o agresivos influidos por el ambiente deben ser expulsados de los colegios que sus padres pagan a cientos de euros, que deben dejar de "joder" a los que son "normales" y que sus padres son quienes deben hacerse cargo de ellos.
¡Qué fácil es hablar desde la orilla de la normalidad!
Sin pensar en echar una cuerda a quien se ahoga en el río.
¿Y tú que harías con ellos?
- ¡¡¿Yo?!! Nada, yo no tengo que hacer nada con ellos, que se vayan a su casa o a la calle pero que no molesten a los demás.
Si, así es, recen porque sus descendientes nunca tengan un problema mental ni social, den gracias de no estar en esa situación, porque la sociedad, por muy "hermana" que se diga y se grite, no es más que una frase hecha. No es cierto, todo es mentira, somos insensibles e intolerantes, incluso cuando pagamos por buscar una solución.
Expulsamos al desobediente, agresivo, al que insulta y se rebela a voz en grito con la mano levantada pero no le ayudamos ni contratamos al personal cualificado porque perdemos el dinero que los padres nos dan para la educación: ¡La educación de sus bolsillos!
Violamos los derechos fundamentales del menor.
A la educación, a una vida digna, a la igualdad y a la solidaridad.
Dejamos de ser docentes, educadores, maestros y padres porque se nos ha complicado la faena.
Lástima que los centros que optan por la segregación de los niños difíciles sin control ninguno no pierdan prestigio en su nombre con cada expulsado después de hacer el mínimo intento por ellos.
No es que nos falten centros especializados, es que cuando los ha habido, hemos dispuesto en ellos a los inestables emocionales, los callejeros y los mentales sin tener en cuenta sus características y sin ningún tipo de terapia.
Terapias anunciadas, que acaban siendo palabras en un folleto de falsa "curación"
No es sólo que queramos reeducarlos al margen de la sociedad a la que se han de reincorporar, es que mezclamos a tigres y leones sin pensar en el daño que eso puede conllevar si uno de ellos responde más debilmente.
Los centros marcan un método general para todos y no dejan que el educador preocupado en su labor maneje la situación adaptando el método al problema.
Cárcel de menores. No deberían ser todos presos.
No hay conciencia real de la problemática juvenil, no hay centros que se adapten a cada necesidad ni persona que no les rehuya nuevamente vayan donde vayan o paguen la cifra que paguen.
A algunos sus padres les sirvieron de comienzo, a otros las tardes a solas, unos por el ambiente de dentro y otros por el ambiente de fuera, unos porque sólo los chicos malos les dejaron entrar en el grupo y otros porque hay algo en su cabeza que no siempre conecta...
Piezas a las que les ensañamos demasiadas veces lo prescindibles que son para los demás y sin embargo nadie les dice que son piezas, personas claves, en sus propias vidas y que tienen tanto derecho como los demás a ser queridos y a querer. Necesitan el cariño humano aunque lo nieguen a patadas.
No importa la religión ni la condición, pocos, pocos por más que hablen, saben realmente mover los hilos y demostrar su apoyo al prójimo.
Así los hemos criado y así nos los encontramos.
Me han contado como los niños con problemas psicológicos o agresivos influidos por el ambiente deben ser expulsados de los colegios que sus padres pagan a cientos de euros, que deben dejar de "joder" a los que son "normales" y que sus padres son quienes deben hacerse cargo de ellos.
¡Qué fácil es hablar desde la orilla de la normalidad!
Sin pensar en echar una cuerda a quien se ahoga en el río.
¿Y tú que harías con ellos?
- ¡¡¿Yo?!! Nada, yo no tengo que hacer nada con ellos, que se vayan a su casa o a la calle pero que no molesten a los demás.
Si, así es, recen porque sus descendientes nunca tengan un problema mental ni social, den gracias de no estar en esa situación, porque la sociedad, por muy "hermana" que se diga y se grite, no es más que una frase hecha. No es cierto, todo es mentira, somos insensibles e intolerantes, incluso cuando pagamos por buscar una solución.
Expulsamos al desobediente, agresivo, al que insulta y se rebela a voz en grito con la mano levantada pero no le ayudamos ni contratamos al personal cualificado porque perdemos el dinero que los padres nos dan para la educación: ¡La educación de sus bolsillos!
Violamos los derechos fundamentales del menor.
A la educación, a una vida digna, a la igualdad y a la solidaridad.
Dejamos de ser docentes, educadores, maestros y padres porque se nos ha complicado la faena.
Lástima que los centros que optan por la segregación de los niños difíciles sin control ninguno no pierdan prestigio en su nombre con cada expulsado después de hacer el mínimo intento por ellos.
No es que nos falten centros especializados, es que cuando los ha habido, hemos dispuesto en ellos a los inestables emocionales, los callejeros y los mentales sin tener en cuenta sus características y sin ningún tipo de terapia.
Terapias anunciadas, que acaban siendo palabras en un folleto de falsa "curación"
No es sólo que queramos reeducarlos al margen de la sociedad a la que se han de reincorporar, es que mezclamos a tigres y leones sin pensar en el daño que eso puede conllevar si uno de ellos responde más debilmente.
Los centros marcan un método general para todos y no dejan que el educador preocupado en su labor maneje la situación adaptando el método al problema.
Cárcel de menores. No deberían ser todos presos.
No hay conciencia real de la problemática juvenil, no hay centros que se adapten a cada necesidad ni persona que no les rehuya nuevamente vayan donde vayan o paguen la cifra que paguen.
A algunos sus padres les sirvieron de comienzo, a otros las tardes a solas, unos por el ambiente de dentro y otros por el ambiente de fuera, unos porque sólo los chicos malos les dejaron entrar en el grupo y otros porque hay algo en su cabeza que no siempre conecta...
Piezas a las que les ensañamos demasiadas veces lo prescindibles que son para los demás y sin embargo nadie les dice que son piezas, personas claves, en sus propias vidas y que tienen tanto derecho como los demás a ser queridos y a querer. Necesitan el cariño humano aunque lo nieguen a patadas.
No importa la religión ni la condición, pocos, pocos por más que hablen, saben realmente mover los hilos y demostrar su apoyo al prójimo.
Así los hemos criado y así nos los encontramos.
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