La educación para la sociedad hoy en día, está empezando a ser más un lujo que una obligación y viene siendo así como se instauran las cosas en nuestra sociedad. Primero llegan las condiciones favorables a quienes las pueden comprar y más tarde, cuando el problema se hace tan gordo que no se puede dominar, se distribuyen ayudas al resto de los sectores en forma de subvención o norma social tardiamnete convenida.
Todos deberiamos ser conscientes de la problemática social y ser responsables de que las fuerzas que así pueden hacerlo, ubicaran a los profesionales mediante equipos multidisciplinares, junto con todos los recursos necesarios, al alcance de todas aquellas instituciones, centros escolares y organizaciones donde se combata la moderna plaga de falta de respeto, antisolidaridad, violencia, desatención, etc cada día más extendido entre nosotros.
Hasta que esto llegue, cada uno de nosotros debería sacar al educador, más que al instructor o maestro, que lleva dentro y empezar por inculcar en su casa valores ciudadanos, moral solidaria, principios cívicos, derechos humanos y libertades de todos, quizás si fuéramos capaces de introducirnos en su mundo al acabar el día, si sufriéramos los deberes a su lado, si supiéramos parar una mala contestación, un mal acto y dar a tiempo en castigo certero a la primera, si la disciplina en lugar de ser un mounstruo fuera una herramienta, si comprendiéramos su verdadero significado, si jugar no fuera un obstáculo en el fin de semana y los mimos se nos dieran más a menudo...tal vez entonces algo cambiaría en su mirada y nos enfocaría una nueva luz.
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